10 SEMANAS DE TENSION EN NUESTRAMERICA
Jorge Perazzo
Estas últimas semanas el imperialismo con Trump han tomado un giro expansionista con fuerte agresividad claramente dirigidos a sostenerse mejor ante el avance de los BRICS y de los movimientos soberanistas y anticoloniales que emergen por un nuevo orden mundial como un nuevo fantasma para el poder globalista que gana más y más adeptos.
El primer efecto de la bravuconada puso en modo alerta a la población más sensible de Nuestramerica en especial de México y Panamá; ver en todo sus colores la arrogancia norteamericana no es para menos. Un sentimiento anticolonial y autoestima revivió de alguna forma en amplios sectores de la población del sur mientras y descoloca a los gobernantes neoliberales.
Petro y Claudia sacan ventaja de popularidad ante estos hechos. Sobre todo Claudia que reimpulsa el nacionalismo histórico de los mexicanos y descoloca a los opositores que aún quedan. Troudeu, por su parte, simplemente se arrodilló acordando someter su Servicio de inteligencia a la CIA de Trump. Traición pura para evitar que sea el Estado 51. La traición de Mulino de Panamá fue tan igual de descarada cortando el vínculo con China y la Ruta de la seda apenas le vio la cara a Marco Rubio.
La población, en todos estos países entendió el mensaje del imperio y que la amenaza con aplicar aranceles es un chantaje que no soportará por mucho tiempo. Un giro de conciencia emancipador es previsible que crezca inevitablemente. Punto a favor del movimiento soberanista mundial.
Un aliado social que debilita a EEUU esta germinando en el interior de EEUU. por el descontento frente al efecto inflacionario de los «hermosos» aranceles de Trump quien ya se adelantó a señalar que será duro, pero afectará en el «corto plazo» confiando compensar el alza de bienes básicos con el mantra de estimular sentimiento de la superioridad gringa que entusiasma a la gran mayoría norteamericana. Protestas de minorías y ansias independentistas, como los de California, no pasarán de fuertes gestos, pero no llegarán al nivel del entonces movimiento anti-guerra Vietnam de los 60 aunque estará en camino de serlo dado el deterioro de la clase media en beneficio del 1%. y la pérdida acelerada de la competitividad norteamericana. Llegado el caso el movimiento social norteamericano tendrá un papel importante que contribuirá a la consolidación del mundo multipolar y a un nuevo orden mundial.
Nicaragua, Cuba, Honduras, Venezuela y Bolivia son ganadores en estas dos semanas de expansionismo desenfrenado de Trump. Los pocos creyentes del libre mercado y de la democracia norteamericano están mutis, paralizados y pocos serán los fanáticos que quedaran fieles al imperio. La adhesión a la causa soberana de cada uno de estos países crecerá, sin duda y también en Uruguay, Paraguay, Chile. Un autogol del imperio.
Cada cual ha consolidado su resistencia al expansionismo de Trump mediante alianzas estratégicas y políticas internas. El ALBA asume más importancia y la próxima reunion de la CELAC debe generar un salto cualitativo para enfrentar a agenda expansionista que propugna Trump. Con Cuba no hará nada, más de lo que han hecho no tiene sentido. Hoy como socio BRICS le permite diversificar relaciones comerciales y acceder a financiamiento alternativo, reducir el impacto del bloqueo y las sanciones históricas de EE.UU. Lo mas importante es que todos estos países han desarrollado un modelo de auto sostenimiento alimentario e intercambio comercial que los convierte en un BRICS regional internacional y fortalece su imagen como gobiernos referentes antiimperialista y vanguardia de nuestra América.
Nicaragua: Tras 18 años de sandinismo en su nueva etapa, el gobierno de Ortega ha afianzado la unidad nacional mediante programas sociales y defensa de la autodeterminación, garantizando la seguridad ciudadana en un entorno de países limítrofes de alta delincuencia. Las elecciones recientes ko demuestra y han logrado apoyo a su proyecto de Rusia y China. .
¿Que se espera de Brasil? Preside los BRICS este año y cada decisión será crucial. No solo como líder regional influyente sino presidiendo los BRICS que lo posiciona como mediador entre el Sur Global y las potencias BRICs y gestor de alianzas mayores entre países y gobiernos soberanos de todo el mundo.
El «efecto Trump» ha acelerado un proceso de descolonización mental y política en la región. Si bien las respuestas estatales son aún limitadas (por asimetrías de poder y dependencias económicas), la movilización popular y las alianzas alternativas (BRICS, cooperación Sur-Sur) ofrecen un camino para contrarrestar el unilateralismo estadounidense. La clave estará en la capacidad de líderes como Lula y Sheinbaum para articular una agenda común que priorice la soberanía, la justicia social y la integración económica autónoma .