Por Róger Rumrrill
EL ESTUDIO SOBRE LOS MATSÉS, “DAYAC MENEQUIN” Y LA CULTURA COMO LA CLAVE DE LA RESISTENCIA INDÍGENA
Lo primero que llega a mi memoria como un ventarrón amazónico al abrir las páginas del libro Dayac Menequin. Ritual de la resina del sapo acate entre los Matsés del antropólogo matsés Roldán Dunú Tumi Dësi es la noticia que sacudió a la opinión pública peruana e internacional del bombardeo con napalm a las malocas matsés en el río Yaquerana en octubre del año 1964.
Los medios de prensa y los defensores de los derechos humanos calificaron la acción militar como una masacre contra los indígenas matsés que meses antes, en marzo de 1964, se habían opuesto a la apertura de una carretera que, partiendo de Requena, en las orillas del Ucayali, llegaría hasta Lontananza, en el Alto Yaquerana. Como la vía atravesaría el territorio ancestral de los matsés, poblado de bosques, un apetitoso botín para los gestores de la carretera, los matsés rechazaron a los expedicionarios con sus flechas y lanzas ocasionando la muerte de dos miembros de la expedición. Tanto el enfrentamiento de marzo como el bombardeo de octubre visibilizaron, por primera vez, el nombre de los matsés, en los medios, en los corrillos de la opinión pública y en los ambientes políticos.

Periodista en Iquitos, viajé a Requena en marzo y luego en octubre, recogiendo información y testimonios de los protagonistas. Mi entrevista al alcalde de Requena,uno de los mayores promotores de la carretera, Gumercindo Flores, la publiqué en el diario “Expreso” de Lima donde era corresponsal y editorialista.
Pero como el drama ocurrió en la Amazonía y los protagonistas eran indígenas, pronto la historia de los matsés enfrentados al Estado, a la carretera por donde se transportaría la “civilización”, pasó al olvido. Porque quienes se oponen a las carreteras sin ningún estudio de impacto ambiental en la Amazonía, quienes defienden la conservación del bosque, tal como ocurre ahora con los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI), son estigmatizados como “enemigos del desarrollo”.
Dayac Menequin. Ritual de resina de sapo acate entre los matsés
Roldán Tumi es el primer antropólgo matsés, egresado de la carrera de Antropología Social de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) en Iquitos. El 18 de abril del año 2022 presentó su tesis titulada precisamente “Dayac Menequin. Ritual de la resina de sapo acate entre los Matsés” ante un jurado integrado por los profesores Heinrich Helberg Chávez, Róger Rengifo y Freddy Aguilar Panduro.
La tesis fue convertida en libro y editado por Chirapaq, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). La primera edición corresponde al mes de noviembre del 2022. El libro pertenece a la “Serie de Publicaciones de Jóvenes Indígenas del Perú”.
Chirapaq, el Centro de Culturas Indígenas del Perú, con una trayectoria de cuatro décadas en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas andino-amazónicos y en la formación de liderazgos, ha contribuido en la culminación de la carrera de Roldán Tumi. En el año 2019, Chirapaq y la UNAP, suscribieron un convenio interinstitucional para implementar un programa de becas para jóvenes indígenas que, desde el año 2020, apoyaron a estudiantes indígenas amazónicos para la culminación de su grado académico. Chirapaq financió la licenciatura de Roldán Tumi.
Roldán Tumi nació en la comunidad nativa de “Buenas Lomas Antigua”, en la Provincia de Requena, Región Loreto, en los territorios regados por los ríos Yaquerana y Blanco, en la zona fronteriza entre el Perú y Brasil. Los indígenas matsés, pertenecen a la familia etnolingüística Pano. Los matsés también eran y son conocidos como mayorunas.
Los pueblos indígenas más excluidos, más invisibilizados y marginados son, precisamente, las familias etnolingüísticas demográficamente más pequeñas y ubicadas en las áreas fronterizas remotas, tales como los Matsés, Secoyas, Urarinas Shapra y Kichwas de los ríos Napo y Putumayo.

En cambio los Shipibo-Conibo y Shetebo, del Ucayali y sus afluentes, también de la familia Pano, por su población, más de 40 mil habitantes, su cercanía a las ciudades y sus servicios, enfrentan con alguna posibilidad de éxito la histórica marginación del Estado peruano y toda la carga de olvido y racismo de la sociedad nacional y el sistema eurocéntrico del Perú, la colonialidad del poder, del saber y la subjetividad, de acuerdo al pensador Aníbal Quijano.
A los 13 años de edad, por razones de salud, Roldán Tumi fue trasladado a Iquitos para su curación. Solo hablaba matsés. Retornó a su comunidad para estudiar la secundaria. Luego fue obrero extractor de madera y soldado en Ayacucho. Recién en diciembre del año 2014, a los 23 años, obtuvo su Documento Nacional de Identidad (DNI) y el año 2015 ingresó a la UNAP para estudiar antropología.
De esos años en la UNAP, Roldán Tumi evoca con emoción su fascinación por el conocimiento científico, pero también el desembozado racismo de sus compañeros de clase y de los profesores por su condición de indio y su español “bola bola”, como dicen en la Amazonía al español mal hablado.
Pero su disciplina y su inquebrantable decisión de triunfar le permitieron vencer todas las dificultades. En el año 2019 ganó la Beca de Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo y se integró a la Organización de Estudiantes de Pueblos Indígenas de la Amazonía (OEPIAP), creada en el año 2003 en Iquitos por los propios estudiantes indígenas con el objetivo de “defender una educación intercultural de calidad y de los derechos de los pueblos amazónicos”.
Una de las experiencias más felices de Roldán Tumi, en los claustros universitarios, además del deslumbramiento que le producía la ciencia del conocimiento, fue el descubrimiento de varias personas de gran calidad académica humana. Una de estas personalidades es la Dra. Roxani Rivas Ruíz, la asesora principal de su tesis y una verdadera trochera que abrió la trocha por donde se abrió paso el joven estudiante matsés.
El ritual de la resina del acate o la marca de Identidad de los matsés
El libro Dayac Menequin. Ritual de la resina del sapo acate entre los matsés”, es, realmente, una lúcida y apasionada exploración del ritual que los matsés realizan con el veneno del sapo acate desde tiempos ancentrales y que hoy, según el antropólogo Roldán Tumi, es una marca y un registro de la identidad del pueblo matsés.
Actualmente es una práctica muy popular no solo entre los matsés, sino entre otros pueblos indígenas y no indígenas de la Amazonía. Es una práctica ritual que se puede comparar con el uso del ayahuasca. Es reconocida como la medicina tradicional entre los matsés.
El ritual consiste en la inoculación en el cuerpo humano del veneno del sapo acate o kambo (Phyllomedusa bicolor) para obtener el Sian, es decir, “poder, habilidad y conocimiento”. Igualmente, con el veneno del sapo acate, una persona anciana transmite de una manera paralela el Sinan o Dayac, que significa “poder y tener mucha energía”.
“Esta práctica es parte constitutiva de la formación de la persona matsés, a través de la cual la generación de mayor experiencia-personas mayores y adultos-ha logrado reconocimiento social al estar compuestas por grandes especialistas que han dedicado su trabajo al saber y el hacer de una actividad especializada de su propia cotidianidad, habilidades y valores positivos que se transmiten a la generación más joven formada por niños, adolescentes y adultos”, escribe Roldán Tumi.
Este ritual, que sigue más vigente que nunca, es considerado de vital importancia para la sociedad matsés y la supervivencia de su cultura e identidad.
Una sociedad, como todas las sociedades indígenas andino-amazónicas del Perú, de América Latina y del mundo, amenazada incluso en su supervivencia por el antroproncentrismo, el negacionismo, el supremacismo, el odio y el racismo.
De acuerdo a Roldán Tumi, la sociedad matsés está viviendo un proceso, como todas las sociedades indígenas, de profundos cambios. La sociedad matsés fue, en el pasado, una sociedad seminómada. Ahora es sedentaria. La influencia evangélica, muy fuerte en la comunidad “Buenas Lomas Antigua” señala Tumi, ha traído consigo un menosprecio de algunas formas de vida y prácticas tradicionales como el ritual comoc, que es un canto al árbol comoc para relacionarse con los espíritus del bosque. Pero para la doctrina evangélica, eurocéntrica y fundamentalista, esos espíritus del bosque son demonios.
El ritual de la resina del sapo acate, realizada bajo severas normas morales y espirituales, transmite a los matsés, hombres, mujeres y niños, un conjunto de valores y fortalezas de todo orden: ser trabajador, honrado, generoso, buen cazador, hábil en la pesca y la agricultura, buena madre y buen padre, resistente a la picadura de la serpiente y de enfermedades. Es decir, el Dayac y el Sian transmiten las condiciones, fortalezas y valores para la supervivencia.

En conclusión, para los matsés y todos los pueblos indígenas andino-amazónicos, la cultura es la clave de la sobrevivencia como pueblo, nación,cultura y civilización.
Roldán Tumi, el primer antropólgo matsés, que ha recibido el Sian, prueba y demuestra, cómo son los seres humanos que han vivido el ritual de la resina de sapo acate o kambo cuando en la dedicatoria de su original y valioso libro escribe: “Dedico este libro a todas aquellas personas que se burlaron y no creyeron en mí, aquellos que esperaban que fracasara en la culminación de mis estudios, aquellos que me subestimaron por no creer que era capaz y a todos aquellos que pensaron que me rendiría en esta lucha”.
Lawrenceville, Atlanta, EEUU, 16 de febrero de 2023