CRECIMIENTO Y POBREZA

NEOLIBERALISMO EN EL PERÚ: CRECIMIENTO Y POBREZA. Parte 1

Crítica al crecimiento neoliberal y su mentada “reducción de la pobreza”

Lilia Romero,12 junio 2024

Nunca antes un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) causó tanto revuelo en las esferas gubernamentales como el último, referido a la situación de la pobreza en nuestro país.[1] Este informe revela la tendencia del incremento de la pobreza monetaria y constituye, con  la crudeza de las reveladoras cifras, un contundente alegato de que este  modelo económico hace rato que se agotó y que urge su cambio si no queremos que el país se siga hundiendo, llevando a la indigencia a la mayoría de su población.

Según los defensores de la economía neoliberal es el crecimiento económico la palanca para salir de la pobreza, y ponen como un logro de su modelo, que el Perú redujo la llamada pobreza monetaria en 38 puntos, entre 2004 y 2019, al pasar esta del 58.7% al 20.2%. Vinculan esta reducción al crecimiento económico que en dicho período fue de 5.2% promedio anual. Así, Perú fue calificado por los organismos internacionales como un país de ingreso medio alto[2], ejemplo para sus pares latinoamericanos en manejo macroeconómico. Los neoliberales aducen que estos logros fueron resultado de la aplicación de la Constitución de 1993 escrita siguiendo cada uno de los puntos señalados en el Consenso de Washington (1989).

De acuerdo al INEI, lo que determina si una persona es pobre o no es la llamada línea de pobreza. Esta se calcula al promediar todos los gastos de una persona en un mes, gastos en alimentos, vestidos, calzado, transporte, educación, salud, recreación, servicios básicos incluyendo internet, etc., es decir, el costo de una canasta de consumo. Para el año 2023, se calculó que la línea de pobreza era de S/ 446.00. Del mismo modo, se calcula la línea de extrema pobreza, midiendo solamente el costo de una canasta de alimentos por persona al mes. El 2023 este monto fue de S/ 251.00.

Los datos que el gobierno no quería publicar

Para el año 2023, el INEI encontró que la pobreza se incrementó en 1,5% en relación al año anterior[3], afectando a 9 millones 780 mil personas (29% de la población total), de ellas, 1 millón 922 mil personas en pobreza extrema (5,7%). Además, el INEI ha incorporado en sus análisis el concepto de vulnerabilidad, es decir, han calculado el número de personas que en cualquier momento pueden pasar a la condición de pobreza: 10 millones 590 mil personas (31,4%). Sin eufemismos, dos millones de peruanos en la indigencia y 18 millones de peruanos saltando las líneas entre la pobreza y la extrema pobreza.

En este contexto, la pobreza alcanzó su mayor porcentaje de la década en el área urbana (73%) y la costa ha superado a la sierra y selva ya que comprende al 51,4% de pobres. Sin embargo, si hablamos de pobreza extrema, aquella que tiene que ver con la supervivencia, esta se ubica principalmente en la sierra (55,6%) y selva (17,5), mientras que en la costa se hallan el 26.9% de pobres extremos, el número más alto de la década.

Los otros datos del INEI que agravan la pobreza monetaria

El INEI nos revela cómo generan sus ingresos la población en pobreza: sólo el 37,8% trabaja como asalariado, el 44,9% son trabajadores independientes y el resto son trabajadores familiares no remunerados (13,9%), empleadores (1,4%) y trabajadores del hogar (2%). Del total de pobres, sólo el 10,8% trabaja en condición de formalidad.

Y si nos referimos a las condiciones de vida, se encuentra que el 24% de la población en pobreza no tiene acceso a agua para consumo humano de la red pública en su vivienda. Esta cifra crece al 30,5% en el caso de los pobres extremos. Y en relación al servicio de desagüe por red pública de alcantarillado, el 46% de pobres y el 67% de pobres extremos, carece de este servicio en pleno siglo XXI y con los más altos indicadores de crecimiento por 20 años. Sabemos que el acceso al agua segura y a un sistema de eliminación de excretas son indispensable para evitar las infecciones, particularmente en los niños pequeños, y es el primer peldaño de cualquier sistema de salud.[4]

En relación al acceso de energía eléctrica por red pública, el 8% de pobres y el 16% de pobres extremos, aún carecen de este servicio. Donde sí se ha avanzado, para bien o para mal, es en el acceso al celular: en el 92% de los hogares pobres por lo menos un miembro del hogar cuenta con un celular y en los hogares de extrema pobreza el 85%.

Otro dato revelador de la condición de pobreza es el uso de combustible para cocinar alimentos: 35% de hogares usa solo gas (natural o GLP), el 39% usa gas y otro combustible, mayormente leña, el 16% cocina con leña y el resto usa carbón u otro combustible contaminante.

Pobreza Multidimensional

El INEI dedica un capítulo de su informe al análisis de la llamada pobreza multidimensional a partir de un conjunto de indicadores en los ámbitos de: Salud (6 indicadores), Educación (8), Vivienda y Entorno (3), Servicios básicos (3), Energía (2), Empleo y previsión social (4), Seguridad (2) y Conectividad (1). Son en total 29 indicadores de los cuales referiré los que considero más relevantes.

De los seis indicadores de salud –carencia de atención médica, presión arterial alta, enfermedades crónicas, anemia en niños menores de 35 meses, desnutrición crónica en menores de 5 años y población con obesidad–, ninguno de estos muestra un avance significativo en su tratamiento, antes bien hay algunos que se han incrementado como la prevalencia de enfermedades crónicas, presión arterial alta, obesidad y la carencia de atención médica. Este último indicador revela que el 32% de la población no recibe ningún tipo de atención médica. En el caso de la anemia infantil, se ha incrementado desde el 2021 y el 2023 llegó al 43,1% del universo poblacional mientras que la desnutrición crónica infantil está en 11,5% con muy leve mejoría en relación a los últimos diez años. La anemia y desnutrición infantil son la cara visible de los 30 años de neoliberalismo en el Perú y para lo cual no tienen respuesta sus principales voceros.

De los ocho indicadores que evalúan la educación de la población en pobreza[5] sólo habría una leve mejoría en tres indicadores en relación al 2014, en el resto se ha retrocedido, siendo muy grave la situación de los escolares, tanto de primaria como de secundaria en lo que se refiere a los logros en lectura y matemáticas. Así, sólo la tercera parte de los escolares de cuarto de primaria (33%) tienen un nivel satisfactorio de lectura y en matemáticas sólo el 22,5%. En los escolares de segundo de secundaria estas cifras se agravan: menos de la quinta parte (18,5%) tienen un nivel satisfactorio de lectura y en matemáticas sólo el 11,3%.

Las cifras anteriores se vuelven más negativas cuando se trata de la educación en el área rural. Allí, sólo el 14% de niños de cuarto de primaria tienen un nivel satisfactorio de lectura y en matemáticas sólo el 13,7%. La tendencia se agrava en los escolares de secundaria donde sólo el 7% tiene un nivel satisfactorio de lectura y en matemáticas sólo el 3,1%.  

El panorama que presenta el INEI en materia educativa, revela el fracaso completo del sistema educativo en nuestro país que ha sido incapaz de abordar la educación como parte del desarrollo integral al cual tiene derecho todo poblador por el solo hecho de haber nacido y/o vivir en estas tierras.

Recapitulando

Los organismos internacionales que han patrocinado y promovido el neoliberalismo en nuestro país siguen hablando del Perú como un país de ingreso medio alto mientras tenemos dos millones de compatriotas en situación de indigencia y 20 millones de peruanos en pobreza o rondando la pobreza. Lo más imperdonable de este modelo económico es la forma como condena a miles de niñas y niños a la anemia y la desnutrición crónica, y como consecuencia inmediata, al bajo rendimiento escolar, no solo en la primaria sino también en la secundaria, lo cual significa que estos niños en el futuro tendrán muchas limitaciones para ganarse la vida.  Esto no lo podemos permitir y tenemos que cambiarlo.

En la segunda parte de este artículo abordaremos ¿Por qué ha fracasado el modelo económico neoliberal? y ¿Cuál es la salida a esta situación límite?


[1] INEI, Perú: Evolución de la pobreza monetaria 2014-2023, Informe Técnico. Lima: mayo 2024

[2] Banco Mundial, 2022.

[3] En un año se incrementó la población pobre en 596 mil personas y comparado al 2019 se incrementó en 3 millones 290 mil personas pobres (8,8%).

[4] En el caso de los pobres extremos, el 20% de hogares carece de algún tipo de eliminación de excretas (pozo séptico, letrina, pozo ciego), utilizando el río, acequia, canal o campo abierto para la eliminación de excretas.

[5] (1) tasa neta de inasistencia escolar para la población de 3 a 16 años, (2) carencia en logro educativo en personas de 17 años a más edad, (3) nivel no satisfactorio en lectura en estudiantes de cuarto grado de primaria, (4) nivel no satisfactorio en matemáticas en estudiantes de cuarto grado de primaria, (5) nivel no satisfactorio en lectura en estudiantes de segundo grado de secundaria, (6) nivel no satisfactorio en matemáticas en estudiantes de segundo grado de secundaria, (7) calificación negativa a la infraestructura del centro de educación básica al que asiste,(8) calificación negativa al eqCRECIMIENTO Y POBREZA. Parte 3uipamiento del centro de educación básica al que asiste.

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