Por: Adolfo Granadino F.
Así fue de ridículo sus inicios, los alrededores de la plaza se le llamó “El Damero de Pizarro” y seguidamente se adjetivó como la “Lima cuadrada” como cuadrada es hasta hoy su mentalidad.
Ya cimentada la colonia, se construyó su muro, dicen que para protegerse de los piratas; con muchos portones para controlar el ingreso y también para huir…pero principalmente para que los “indios” y negros vivan afuera, en las pampas que hoy son el Rímac y Barrios Altos, salvo la servidumbre, los lecheros, los panaderos, los verduleros y fruteros, que entraban y salían como hoy en San Isidro y Miraflores con cama adentro o te vas a las seis. No vaya ser…
A Lima se la repartieron como un botín, en partes iguales entre los “heroicos españoles” El racismo, como se nota fue desde el comienzo: Los cholos por allá y nosotros por acá. Con los virreyes se radicalizó la desfachatez, sino pregúntenle a la Perricholi.
La corrupción también tuvo su génisis en esas épocas, Ricardo Palma nos lo resume con estas frases: “Sacristán que vende cera y no tiene cerería, de donde pecata mía si no es de la sacristía”
Ya cercana la terminación de la colonia (1802) ALEXANDER von HUMBOLDT, es decir, 19 años antes de que el General San Martín proclamara la independencia, desde Alemania luego de su regreso del Perú, comentó:
“En Lima mismo no he aprendido nada del Perú. Ahí nunca se trata de algún objeto relativo a la felicidad pública del reino. Lima está más separada que Londres y aunque en ninguna parte de la América española se peca por demasiado patriotismo, no conozco otra en la cual este sentimiento sea más apagado. Un egoísmo frío gobierna a todos y lo que no sufre uno mismo, no da cuidado a otro.”…”Lima sería el último lugar de América en el cual quisiera vivir”
Años después de la independencia fue más agresiva la opinión sobre Limadel inglés Charles Darwin. Proclamada la independencia Lima siguió igual, los colonialistas se volvieron republicanos para seguir gobernando el país en los términos favorables a sus intereses patrimoniales porque eran realmente los dueños del Perú como lo siguen siendo hoy.
Su cambio de camiseta, han demostrado siempre su destreza y carencia de rubor. Como lo hicieron en el primer gobierno de Alan García que se convirtieron en los doce apóstoles…no vaya ser. Y con la prisa correspondiente en el gobierno de Fujimori cambiaron la túnica por el Kimono.
Hoy, el presidente castillo, con su sola presencia les quitó el maquillaje presentándolos tal como son, imbéciles, rabiosamente racistas, corruptos y de tendencia asesina.
En estos ya 201 años de “independencia” de nuestro país ha quedado más que evidente, una derecha desmaquillada sin su “Tapada” y con un merecido alcalde que se exhibe de ultra cristiano, llámese Opus Dei, donde sus iras invoca al asesinato de sus rivales políticos.
Esa es nuestra Lima, que inclusive está rodeada en la propia ciudad de cholos y negros sin que haya muralla que los detenga o controle y, con el resto del Perú que se está viniendo a pedirles que rindan cuentas de sus 500 años de dominio genocida.
Será por eso que su alcalde ha suspendido las celebraciones de esta ciudad, su ciudad llamada de los Reyes…Magos que con cachita la llamaron los españoles.
Así estamos, si señor
Enero 2023