NEOLIBERALISMO VERSUS CULTURA ANDINA

La destrucción del mundo andino fue necesaria para consolidar el dominio colonial y eliminar cualquier forma de organización que pudiera desafiar la hegemonía europea. Mismos métodos empleados en China, Mexico, India y otras culturas por los invasores europeos.

 Económicamente, la imposición del mercado y la extracción de recursos requería desarticular los sistemas colectivos y de reciprocidad que impedían la apropiación individual y la explotación intensiva. Lemas insignes que siguen dominando la narrativa mediata actual y de los partidos representados en el Kongreso. Socialmente, la colonización se sustentó en la discriminación y la supuesta superioridad cultural, justificando la violencia, la limpieza étnica y la marginación sistemática de los pueblos originarios. Arguedas ilustra con agudeza y certeza esta realidad.

La colonización buscó establecer un control absoluto sobre los territorios, recursos y las poblaciones indígenas. La imposición de un gobierno colonial tenía como objetivo desarticular las estructuras de poder andinas, que se basaban en un sistema de reciprocidad y cooperación. Sucedió con énfasis luego del derrocamiento de Velasco Alvarado cuando Morales Bermúdez  sento las bases del modelo neoliberal, la sumisión al FMI y la contrareforma agraria. Este enfoque buscaba eliminar cualquier forma de resistencia y, al mismo tiempo, facilitar la explotación de recursos hoy en manos de transnacionales extractivistas.

…¿Le suena idéntico al modelo económico actual?…

Económicamente, la colonización trajo consigo un modelo extractivista que priorizaba el beneficio inmediato para los colonizadores, a expensas del bienestar de las comunidades locales. ¿Le suena idéntico al modelo económico actual? La cultura andina valoraba el trabajo colectivo y la distribución equitativa de los recursos, pero el modelo neoliberal posterior a la independencia intensificó el individualismo y el mercantilismo, despojando a las comunidades de sus formas tradicionales de vida. Hoy no representan casa nada del presupuesto nacional.

. ..a existencias de mafias en cada cubículo del Estado y en las calles es el resultado de la imposición cultural de los valores occidentales…

Las raíces andinas se fundamentan en principios éticos como el comunitarismo y el respeto a la naturaleza, valores que chocaban con la visión occidental centrada en la superioridad y el dominio. La colonización no solo buscó la conquista territorial, sino también la imposición de una cosmovisión que deslegitimaba la rica espiritualidad andina, donde el «dios Tierra» y el «dios Sol» eran centrales. Este desprecio por las creencias ancestrales contribuyó a la erosión de la identidad cultural. La existencias de mafias en cada cubículo del Estado y en las calles es el resultado de la imposición cultural de los valores occidentales,

La colonización generó un ambiente de violencia y limpieza étnica que desestabilizó las comunidades andinas. La cultura de la superioridad racial y el desprecio por lo indígena fueron herramientas utilizadas para justificar la opresión y el exterminio de formas de vida que, aunque diferentes, eran igualmente válidas y ricas.

La colonización no terminó con la independencia. Durante la república y, más aún, en el período neoliberal, se profundizó la imposición del individualismo, el mercantilismo y la lógica del “dios mercado”, desplazando los valores ancestrales de respeto a la naturaleza y vida comunitaria. El dinero pasó a ser el fin último, reemplazando a la tierra, el sol y la naturaleza como fuentes de sentido y felicidad. Mercantilizar los servicios públicos como la salud, la educación esta en esa lógica.

La llegada de los colonizadores europeos trajo consigo una visión del mundo radicalmente distinta. El modelo occidental, basado en la propiedad privada, el individualismo y la acumulación de riqueza, chocaba frontalmente con los valores andinos. El temor de los conquistadores y de las élites coloniales radicaba en la existencia de una civilización que, en muchos aspectos, presentaba una ética social superior: una sociedad que lograba estabilidad y armonía sin recurrir a la violencia sistemática ni a la explotación desmedida de la naturaleza. Todas las guerras actualwes tienen que ver con la apropiación de los Recursos naturales. El ejemplo as notable es Ucrania y el acuerdo con EEUU para apropiarse de por vida de sus recursos.

Esta imposición ha dejado una huella profunda: la mentalidad colonialista, el racismo y la pérdida de identidad siguen presentes en la sociedad peruana y andina. Sin embargo, las raíces del mundo andino son profundas y resistentes. El Ministerio de la Educacion y la prensa nacional es la encargado de profundizar esta huella y encallarla en la mente de las nuevas generaciones. La reciprocidad, la cooperación y el respeto por la naturaleza siguen vivos en las prácticas cotidianas de muchas comunidades, y resurgen en momentos de crisis como alternativas viables y necesarias para construir un futuro más justo y sostenible

A pesar de los intentos por borrar su historia, la cultura andina ha demostrado una notable capacidad de resiliencia.

Hoy en día, las comunidades indígenas buscan recuperar su identidad y sus prácticas ancestrales, nutriéndose de una cosmovisión que promueve soberanía, control territorial, el «buen vivir», la armonía con la naturaleza y la cooperación.

Este proceso de revitalización es crucial para reconfigurar la mentalidad colonialista que aún persiste en la sociedad peruana y en otros países de la región. El desafío consiste en revalorizar esos principios andinos, reconociendo que la verdadera felicidad y desarrollo no provienen del consumismo ni del individualismo, sino de la colaboración, el respeto mutuo y la conexión con la tierra.

¿Por qué insistimos con un video sobre este tema? Como catalizador para un cambio de mentalidad, donde se reconozcan y se celebren las raíces culturales andinas como parte integral de la identidad nacional. La historia no está completamente cerrada; aún hay espacio para el renacimiento de una visión que priorice la vida en comunidad y el respeto por la naturaleza, pilares que podrían guiar a Perú y a otros países hacia un futuro más equitativo y sostenible.

Cambiar la mentalidad colonialista implica reconocer el valor de estos principios ancestrales, dejar de verlos como “atraso” y asumirlos como alternativas éticas y prácticas para enfrentar los desafíos actuales. La raíz andina, aunque golpeada, sigue viva y puede volver a florecer si se le da el espacio y el reconocimiento que merece.

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