NECESIDAD DE UNA CONSULTA POPULAR PARA REGENERAR LA POLITICA Y GARANTIZAR CANDIDATOS IDONEOS A CARGOS PUBLICOS Y EMPODERAR LIDERES DEMOCRATICOS EN CADA PUEBLO
Los candidatos a alcaldes o congresistas suelen ser elegidos por su condición de allegados de los directivos del Partido o Frente sea por vínculos amicales que tiene, relaciones de trabajo existentes o pre-existentes o por el monto del dinero que aporta a la campaña. Cuando los “elegidos” a alcaldes, congresistas o gobernantes empiezan a ejercer su propia autoridad y tejer sus propias perspectivas. Las relaciones políticas que originaron su eleccion suelen resquebrajarse primando intereses diferentes y tejen nuevas alianzas en función de sus intereses personales. Y se desafilian fácilmente de sus mentores originales. Y también de los electores qje lo eligieron.
El riesgo se reduce notablemente si los candidatos son elegidos en concurso publico, abierto, libre y la gente de cada territorio elige los más calificados ciudadanos en una elección, consulta o referéndum extraordinario, no contra el sistema, pero si fuera de su control. Estrictamente una decisión política.
Cuando un candidatos a algún cargo de gobierno elegido por via tradicional este personajes ADQUIERE VIDA PROPIA, cierta autonomía y derechos de hacer y actuar basado en su propio criterio. El sistema lo legitima como autoridad y lo incorpora como parte de la casta o cúpula de gobierno. No tiene que dar cuenta a nadie de sus actos fuera de la burocracia estatal que lo controla: contraloria, fiscalia. En resumen es un REPRESENTANTE de cuya palabra y actos son ellos mismos responsables y no tiene que dar cuenta ni menos permiso a sus electores.
El resultado es que los “representantes” se alejan de la población que lo eligió. Las propuestas, leyes o iniciativas no las consulta con sus electores, ni les pide opinión. Asi son fáciles de influenciar por consultores o asesores o lobys que están an las puertas de cada institución estatal. Algunos elegidos sensibles usan los llamados días de representación para “visitar” su pueblo y recoger saludos y pedidos. Los de Lima, la mayoría, ni se preocupan por ello.
Diferente seria si fueran VOCEROS y no representantes. La diferencia es abismal. Si los candidatos son elegidos por los electores, ya en el cargo los electores cuentan, son los ganadores y se constituyen en la clave de su actuación y fuente básica de sus decisiones en el cargo. Se constituyen Ser verdaderos trasmisores de los intereses de sus electores, supone contar con ellos, antes y después de las elecciones. ¿Que cambia ello? TODO.
Para empezar, la palabra DEMOCRACIA empieza a parecerse a “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo ” dicho el 19 de noviembre de 1863 por Abraham Lincoln.
El partido o los candidatos que más gastan en campaña suele ganar. La excepción de Castillo confirma la regla. Cada año las exigencias de “marketing político” son mayores y más costosas. La elección se convierte en un producto más a vender, como una marca de auto o jabón. El público se reduce a consumidor. Los elegidos entonces, son representantes de intereses de grupo o empresariales, en el mejor de los casos. Los hay y muchos promovidos por el dinero del narcotráfico.
ELECCION POPULAR PREVIA
Puede reducirse este riesgo si los candidatos a cargos públicos pasan por el filtro del pueblo al que se le convoca expresamente para ello. En una elección popular que convoca un Frente o Partido electoral la gente eligira a los mejores por su actuación pública en su territorio y que se destacan por ser justo, honesto y de ciudadanía ejemplar. El pueblo los reconoce, los señala en cada esquina, lo comenta día a día pero los partidos tiene otros criterios de elección y sucede lo que sucedió con estos “representantes” elegidos las ultimas décadas.
La consulta popular abierta convierte a los mejores del pueblo en aspirantes y los califica como aspirantes reconocidos por sus servicios a la población y por sus méritos académicos o profesionales o por sus opiniones han sido útiles para el mejor vivir en comunidad. Los popularmente calificados si son designados como candidatos NO estarán sujetos a la tentación de maquillar su imagen para ser más atractivo, ni armar frases altisonantes que capten incautos o desinformados, ni fingir sonrisas. Pero fundamentalmente no tendrán la tentación de aceptar dinero negro o blanco. Quizá ni lo necesitaran.
Alguna vez intente persuadir a mandos partidarios de lanzar CONSULTAS POPULARES independientes, abiertas, libres. Incluso que sean convocadas por notables o los mas antiguos que acepten balar al llano como un paso a la regeneración política que necesitamos. Las respuestas más benignas eran que “suena interesante”…pero habría que cambiar la ley electoral y eso es difícil. Otras respondían con mucho silencio y las mas sinceros manifestaban que es el partido el que decide y tiene que garantizar que los candidatos estén en concordancia con la dirección política. Algún día cambiarán.
COMO HACER
De lograrse seria un acercamiento serio de los partidos electorales a la izquierda social cuyo distanciamiento se expande cada vez mas, sobre todo con la aparición de los autoconvocados en muchas regiones ante una actuación de la izquierda politica y sobre todo de la actuación de sus congresistas.
¿Quién da el primer paso?, no lo se. Pero el primer partido o frente electoral inscrito que lo haga logra ventaja política. Abrir la posibilidad de que el pueblo elija aspirantes a cargos gubernamentales tendrá un enorme efecto y logra tener una base de candidatos con arraigo positivo y reconocidos popularmente por su trayectoria local.
Llamar al pueblo a escoger a los mejores ciudadanos como pre-candidatos sale de lo normal en relación a lo que el sistema nos tiene acostumbrado que empodera al elegido y no a los electores. El solo hecho de anunciarlo, y convocarlo públicamente potencia su propia fuerza política. No es nada extraordinario realizarlo, ni costoso ni vanal. Se trata de convocar a la población, en cada territorio, a seleccionar a quienes mejor han colaborado en su comunidad y que han tenido un historial de servicio en su territorio (no de ahora). Y tener una base de aspirantes que potencia el papel electoral del convocante.
La adhesión a la consulta y participación no será quizá masiva, pero tendrá eco en todos y en todo el territorio, se constituye en un gesto de confianza en el pueblo, de sujeción a sus decisiones, de entender sus esperanzas de nueva democracia. Sea cual fuera la modalidad (redes, mesas públicas, encuestas, etc.), se trata de CONFIAR EN EL PUEBLO, incorporarlo a la vida política, romper la desafección existente -y muy fuerte- por la política y los asuntos públicos. Es un paso importante para reducir la frustración de la sociedad por sus liderazgos tradicionales y actuales.
ELECTORES EMPODERADOS
No basta que el pueblo elija aspirantes a cargos públicos y que sean tomados en cuenta por el o los partidos convocantes. El acto mismo de designarlos convierte a los electores convocados en fiscalizadores, en controladores sociales, en garantes de su actuación en el cargo, y participe de las decisiones que tome al ser electo. En resumen, se legitima el pueblo como sujeto político mandante y mandado. Y logra el partido o frente convocante en cercano a una aspiración del Frente social que requerimos para salvar el país.
Convertidos uno o varios aspirantes en autoridades ellos y el partido de pertenencia tendrán una base de apoyo, de seguimiento, de control que enriquecerá su labor congresal o gubernamental. El sistema blinda a los congresistas o autoridades de gobierno a ser AUTONOMOS. Podemos reducir su efecto nocivo. El hecho que cada uno de ellos surja de una elección popular previa, abierta y libre facilita que actúe de cara al pueblo y se base en el para sus actividades y decisiones no como simple representante, sino como VOCERO, trasmisor de propuestas, sentimiento e iniciativas que surgen de sus propios electores originarios.
Gana el pueblo, el partido y el país.