ARMAS DE LOS CARTELES Y NARCOTRAFICANTES DEL SUR MADE IN USA

México presentó una demanda al Poder Judicial de EEUU para enfrentar el trafico de armas a Mexico. América Latina celebró. Y la Corte Suprema emitió su veredicto INACEPTABLE:

Por: Jorge Perazzo

«No se ha probado que los productores de armas USA tengan intención de causar daño.”

Firma: Corte Suprema EEUU

Mientras México invierte millones en la confiscación de armas, la Corte Suprema sostiene que “no existe vínculo” entre las 500,000 armas ilegales que se introducen anualmente y las compañías que generan ingresos de $20 mil millones al año. “Es simplemente una coincidencia”, afirmaron, con la misma expresión de un niño que niega haber tomado las galletas… mientras tiene migajas en los labios.

La resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos liberar a los productores y distribuidores de armas de cualquier responsabilidad en el trafico ilegal de armas hacia América Latina, en particular México y Sudamérica.

Así, mientras los países latinoamericanos continúan contabilizando cuerpos y confiscando armas “hechas en EE.UU.” a diario, la Corte Suprema elige ignorar el asunto, sorda, ciega y muda, insistiendo en que no hay evidencia suficiente de que las empresas estén involucradas en el comercio ilegal. ¡Qué conveniente! Los fabricantes se ríen, los cárteles celebran y los magistrados se deshacen de la responsabilidad con la misma eficacia de Poncio Pilato.

De acuerdo con este tribunal estadounidense, las armas que son confiscadas en Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Bolivia, México y otras naciones de Latinoamérica no provienen de Estados Unidos, sino de un fenómeno cósmico inexplicable: un vínculo cuántico entre Walmart y los cultivos de coca.

Ningún fabricante norteamericano, segun la Corte, tiene idea de cómo esas pistolas Glock, Colt, AR-15 o M16 acaban en manos de delincuentes.

¿Cómo se puede comprender que más del 90% de las armas confiscadas en América Latina sean de origen estadounidense? ¿Cómo se puede explicar que se descubran a diario nuevos envíos ilegales provenientes de ese país?

Las fábricas en Estados Unidos tienen un propósito noble: suministrar las herramientas del caos y luego desentenderse como si fueran inocentes. Y mientras tanto, nosotros, al sur del río Bravo, enterramos a los muertos con etiquetas de “Hecho en EE.UU.”.

Pero según la Corte, esto no recae en la culpa de los fabricantes. Es un accidente geográfico, como los tornados, solo que estos huracanes llevan mira telescópica.

¿La seguridad de millones de latinoamericanos? Un daño colateral. ¿La responsabilidad corporativa? Un mito para los ingenuos. ¿La justicia? Un espectáculo de humo y espejos donde siempre prevalecen los mismos.

Pero no se preocupen: si mañana hallan otro arsenal estadounidense en manos de criminales, recuerden que la Corte Suprema ya se pronunció—las armas no tienen dueño, ni historia, ni fabricante. Solo hay víctimas.

No se dan cuenta de que tras cada arma confiscada hay una persona fallecida, alguien que ha desaparecido, un niño que ha sido reclutado y una comunidad que ha sido amordazada por el miedo. No escuchan los lamentos de las familias en América Latina que lamentan la pérdida de seres queridos a causa de balas procedentes de Estados Unidos. Y no dicen nada, porque es más importante para ellos proteger los intereses de las empresas que la vida de las personas.

De manera interesante, nunca se ha logrado desmantelar una red significativa de exportación de armamento ilegal en Estados Unidos. ¿No existen tales redes? ¿No están en busca de ellas?
¿O acaso todos están disfrutando de un cóctel en un club de tiro?

Las armas cruzan la frontera con una facilidad asombrosa. ¡Son migrantes del armamento! Se saltan el muro por sí solas. Aparecen en el mercado negro latinoamericano como si una fuerza sobrenatural las entregara a los criminales, como si el mismo Santo de los Sicarios las dejara bajo la almohada del crimen organizado.

Todos tienen culpa, excepto ellos

México presentó una demanda trascendental en representación de todos los pueblos latinoamericanos que padecen el azote de la violencia armada. Sin embargo, la contestación fue contundente: «Aquí no sucede nada, resuelvan sus problemas por su cuenta y, si es posible, sin nuestras armas».

Un negocio millonario, con sangre latina

Mientras tanto, las compañías de armamento siguen generando miles de millones en ganancias cada año, además de tener la ventaja de saber que sus productos son más efectivos en las calles de América Latina, donde se utilizan sin control ni consecuencias.

¿Y qué mejor manera de asegurar ventas continuas que crear un mercado inagotable de criminales sustentado por sus propias armas?

Convocamos a la poblacion a sumarnos a la demanda de Mexico y demandar:

Que se valore la vida de nuestros compatriotas latinoamericanos, quienes no son meras cifras en un reporte policial, sino personas con el derecho a vivir sin temor.

Que se reconozca la culpa de los productores estadounidenses en la circulación ilegal de armas.

Que se implementen acciones efectivas para detener esta exportación de muerte.

VIDE DE REFERENCIA: Cada año ingresan a México casi 20 mil armas de fuego: ATF

https://www.facebook.com/watch/?v=796245502615640

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